Fotografía para maquilladores

Foto: Making of del curso Introducción al Maquillaje profesional en Mak School. 

Para los maquilladores no solo es importante la fotografía del resultado final. Tener imágenes o pequeños vídeos del making of es un aporte extra para un buen portafolio. 

 

Los maquilladores dependemos en gran parte de nuestro portafolio. Son nuestros trabajos, en general los mejores, quienes serán la herramienta principal para conseguir abrirnos hueco en este mercado laboral.

Las fotografías profesionales son indispensables, ya que un buen enfoque y tratamiento de la imagen logrará potenciar nuestro trabajo. Ese es uno de los grandes motivos por los que la relación entre fotógraf@ y maquillador@ debe ser estrecha, cordial y siempre tener un objetivo común. Pero no lo son todo. Y en esta entrada os vamos a explicar esos trucos extra para tener un portafolio ejemplar.

 

El making of: ese gran amigo olvidado 

¿Qué mejor prueba de un gran trabajo que fotografías donde lo estemos realizando? ¡Ninguna! Una imagen así aportará credibilidad a nuestros trabajos. Es importante realizar siempre alguna fotografía del proceso de realización del maquillaje, pero siempre con el consentimiento de la persona que estemos maquillando. Debemos tener en cuenta su privacidad, sobretodo en rodajes o en proyectos que deben mantenerse en absoluta confidencialidad hasta que esté estipulado lo contrario.

Un gran error común de maquillador@s en prácticas está relacionado con compartir contenido prohibido en redes sociales. Antes de publicar nada, aunque sea un making of, consultarlo 😉

 

La fotografía no tiene porque ser perfecta. Podemos guiarnos por la regla de los tres tercios, cuadrícula que muchos móviles integran en su cámara, o simplemente dejarnos llevar. Es recomendable pedir que una tercera persona saque la fotografía, para poder mostrar una perspectiva más amplia y que se nos vea trabajando en ese momento. 

 

Truco: muchas personas no se sienten confiadas al ser fotografiadas en pleno proceso de maquillaje. Podemos fotografiar cuando ya esté el maquillaje realizado y estemos dando un último retoque con polvos matificantes, por ejemplo. Así nuestro trabajo se verá completo y nuestro modelo estará más relajado. 

Y otro gran aliado son los vídeos durante el making of. Ya sean vídeos cortos para stories de Instagram, vídeos más largos para acortar y subir un portafolio digital a nuestro canal de Youtube o cualquier cosa que se nos ocurra. Siempre es útil mezclar procesos de realización con el resultado final y este formato nos permite cientos de posibilidades. 

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